Viaje en coche en busca de la segunda cima de África, con sus 4176 mts.
Javi, Pablo y yo, nos adentramos en el continente en busca de una cultura aventuras, y las hubo.
Dormir en el desierto, jugar al futbol en poblados, escapar de rateros en Tetuán y dormir en terrazas en Fez, ver las casas azules en Chawen y disfrutar por primera vez del mejor zumo de naranja de Marrakech y su plaza… no tardaría en volver, a otra cosa, pero Marruecos siempre gusta.