Sería el intento de subir a un primer 7000 la razón de esta expedición y así fue, un intento.
Montaña del Pamir y el Leopardo de las nieves sobre nosotros. Un valle, muchos amigos, un glaciar enorme y la falta de la climatología, un poco de experiencia en la organización y sobre todo, la montaña que cerraba la temporada, hizo que volviera a casa con esa sensación de frustración propia de la no consecución del objetivo final. Aún así, la experiencia y los aprendizajes, ahí están, así como los amigos.