Jordania se hizo realidad y Jordania, es mucho más que Petra.
Amman, Jordan Trail, Wadi Rum, Mar Rojo, Mar Muerto, Madaba, Jerash y mucho más. Sus gentes, su cultura, sus caminos, los mares, montañas y desiertos.
Vivir con ellos y compartir su mundo, su religión, su ayuno.
Comer Kunafeh en sus calles a la puesta del sol, dormir en las tiendas beduinas, sobrevivir al desierto gracias a su hospitalidad, recorrer sus cañones de arenisca y descubrir un mundo excavado en el desierto, que te hace recorrer los años de Laurence de Arabia en la “ruta de las especias”.
Bucear en el mar rojo y descubrir un mundo bajo el agua, flotar en el mar muerto y descubrir el mundo romano en sus ciudades con gentes y con sonrisas que han hecho de este viaje, un verdadero disfrute.