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Trekking Everest por Gokyo 2023

Por tercera vez, Nepal.
Nueva compañía, amigos todos y buenos y variados viajes compartidos en los que Nepal, era una muesca pendiente.
Aquí nos esperan sus gentes, algunos amigos de viajes anteriores y de encuentros en tiendas, hoteles y rutas.
Tras 5 años, nos volveremos a encontrar.
Cuerpos redondeados, chaparretes, pieles quemadas por el sol, barbas de tres pelos y una sonrisa que les llena la cara.

Esta vez, el valle sagrado de Gokyo, con sus monasterios y sus lagos mágicos y poder observar entre las nubes del monzon, el perfil "de la montaña".
El monte Everest, con sus imponentes 8848 metros de historia. Un abismo para el montañero de a pie y un montón de cuentos de millones de rupias para aquellos que osan colgar su foto en un despacho, sin ponerse unos crampones anteriormente. Nepal.
Hinduismo y budismo. Shiva y Buda abrazados en torno a una única esperanza, sobrevivir. Las múltiples reencarnaciones de Shiva son observadas por los ojos de Buda que lo domina todo. Inciensos, velas, campanas, lentejas en la frente y collares de cuentas.
El color lo domina todo.
Todo fluye en armonía y te dejas llevar.

... (DÍAS MÁS TARDE)...

Despertamos a las 4 de la madrugada y sin tiempo para más, un té rápido, frontal en la cabeza y nos ponemos a andar.
Estamos en Gorekshep, el último poblado habitado y nos disponemos a subir al balcón del Everest, Kala Pathar.
Apenas 5 minutos y el calor se nota al subir las primeras rampas en dirección a su cima. Sobra ya el frontal, los guantes y a pesar de ir despacio, muy despacio, el despuntar del amanecer hace que en la primera parada, quieras sentir un poco de frescor en el cuerpo. Fuera buff y me abro un poco la chaqueta.
Niebla húmeda en los primeros metros que dejamos abajo, en cuanto pasamos de los 5300 metros de altura.
Enseguida en sol aparece, un brillo te ciega y las gafas de sol son necesarias. Últimos pasos. Apenas hora y cuarenta minutos y llegamos a sus 5550 metros para tocar las banderas de la cima y esperar abrigados, a que la boina de nubes nos deje ver sus secretos.
A las 6.55, por fin lo veo... La cima del Everest!!!
Lo conseguí, un sueño. Cuantas veces lo he soñado, leído, visto, imaginado y aquí estoy.
El hombro oeste, cargadisimo de nieve. La pirámide anterior que lo protege, por encima de la cascada de hielo que recoge todos los seracs que caen de la cara norte sobre el glaciar del Khumbu.
A mí derecha y anterior, el Nuptse, con sus casi 8000 metros que te dejan boquiabierto con su aguja cimera, con un enorme bloque de hielo del tamaño de un edificio grande, esperando desprenderse en cualquier momento y detrás, el monte de los montes, el Everest. Con su collado sur, que divide el camino entre el Lotse y él. Su pirámide de subida por la artista donde se colapsan los himalayistas en el día de cumbre. Con su escalón Hillary, en este año, su 70 aniversario de la conquista y la cresta final hasta llegar a sus 8848 metros de altura.

Aquí estoy!! Ya existes!!

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