¡Antes de que muera Fidel, hay que visitar Cuba!
La eterna frase que hemos oído todos, fue la causa de esta escapada.
Son cubano, un mojito, cadillac centenarios, color en la piel, pesos y cartillas de racionamiento, una vuelta a la Isla, transportes colectivos, selva y playa, calor asfixiante, cagaleras de muerte, langostas de contrabando y una compañía sin par.
Siempre Cuba, será Cuba, aunque los invasores la ocupen.